La gran diferencia entre muchas empresas es el sistema de trabajo que manejan. Y esto es muy notorio, mas aun cuando son empresas familiares, pues el manejo natural de los roles familiares lo trasladan a la estructura empresarial, sin organizar muchas veces la función formal que cada uno desempeñará y sobre todo los derechos y obligaciones con que cuenta cada integrante.
Y aunque esto no es exclusivo de la empresa familiar, la camaradería y confianza que hay muchas veces en estructuras de pocos integrantes, provoca igualmente que sucedan informalidades en el proceso de trabajo, y sobre todo, lo que es peor, incumplimiento y malos tratos al cliente.
Te invitamos a que realices una autoevalaución del sistema que favorece o funciona en tu empresa, o si ésta carece de él. Pregúntate lo siguiente:
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- ¿Tienes un sistema que trabaje para ti? O tú eres el sistema?
- ¿Te puedes enfermar unos días (o ir de vacaciones) sin que bajen los resultados?
- ¿Qué facilidades das para que la gente:
- Se desarrolle?
- Tome decisiones?
- Participe?
- ¿Qué tanto te apoyas en la tecnología para que tú no tengas que estar físicamente en el negocio?
- Toma de decisiones
- Autorizaciones
- Procesos críticos (que dependen solo de ti)
- ¿Tu equipo sabe qué decisiones tomar en caso de que suceda un imprevisto? (Con un cliente, con un proveedor, en un proceso).
- ¿Tus procesos están documentados y estructurados de manera que no dependan de una sola persona? (Por ejemplo, solo el dueño da cotizaciones, solo una persona cobra, solo el jefe de taller entrega).
Si deseas empezar a trabajar sobre las mejoras en ese sentido, te invitamos a que nos contactes por medio de un comentario en este artículo, en las redes sociales, o en un correo dirigido a informes@apliklo.com y con gusto agendamos una cita contigo para visitarte.