¿Por qué pensar en un sistema?

consultoria, tomada de unsplash

¿Por qué pensar en un sistema?

El pensamiento sistémico ha sido de gran utilidad para el análisis de procesos, así como también para la revisión y mejora de las personas y los entornos que influyen en sus conductas, pero sobre todo, para poder precisar los objetivos a cumplir y reunir lo necesario para lograrlos.
Con nuestra experiencia nos hemos dado cuenta que en la empresa existe un sistema humano formado por 3 elementos: 1) Dueño(s) o accionistas; 2) Colaboradores y 3) Clientes.
Se ha cuestionado mucho si el cliente o el colaborador es primero, pues si estos últimos están bien, atienden bien a los clientes; sin embargo, sin los clientes, no hay empresa que subsista. Pero además el dueño al iniciar su negocio, siempre ha tenido la expectativa de que le vaya bien económicamente y que su negocio sea rentable y un buen medio de vida para el y las familias de sus colaboradores.
De manera que, siempre será muy importante ser sensible a los requerimientos de los 3 integrantes.
Cómo podría manifestarse una inquietud en alguno de los 3?

  1. Si te encuentras recibiendo muchas quejas de tus clientes; hay inconformidades en el tiempo o forma de entrega, no has logrado entregar pedidos completos, no están satisfechos con la calidad del producto o servicio, el cliente se queja por esperar demasiado para ser atendido, hay muchos retrocesos o devoluciones, hay malas recomendaciones en los medios, el volumen de ventas ha bajado.
  2. Se percibe incomodidad, tensión en el ambiente de trabajo; hay muchos conflictos entre tus colaboradores, hay «grupitos», celos, envidias, rivalidades entre departamentos, inconformidades sobre su sistema de pago, su trato, su jornada laboral, su inseguridad al trabajar, etc.
  3. Cuando el dueño solo está pensando en vigilar a su personal porque «piensa que le roban, lo engañan, le ven la cara». Cuando el dueño percibe que él gana poco, y algunos colaboradores «demasiado». Cuando siente que su agenda está llena, y él estresado sin mucho tiempo para su familia (menos enfermedades o vacaciones) y sus colaboradores «parece que pierden el tiempo»., etc.

Algo muy importante del desarrollo de un sistema es el enfoque al pensar que tendremos Entradas, procesos y salidas o resultados esperados, y para todas esas fases podemos tener controles y criterios de calidad para cuidarlos, y evitar asi el cometer errores, por medio de un sistema preventivo, pero eso lo comentaremos con detalle en otro de nuestros artículos.
Si tú consideras que en tu empresa existe alguna falla, insatisfacción, problema, conflicto, para la sana convivencia e interacción de conjunto, podemos ayudarte a resolverlo. Si deseas empezar a trabajar sobre las mejoras en ese sentido, te invitamos a que nos contactes por medio de un comentario en este artículo, en las redes sociales, o en un correo dirigido a [email protected] y con gusto agendamos una cita contigo para visitarte.

¿Tu empresa trabaja con enfoque al cliente?

Las empresas y sus integrantes (dueños y colaboradores) hacen hoy sus mejores esfuerzos por incrementar sus ventas y lograr utilidades, sin dejar de cuidar su reputación, prestigio, la trascendencia de su marca. Pero muchas veces las estructuras han crecido tanto que se requieren directrices y políticas que aunque pretenden poner orden, a veces hacen todo lo contrario para trabajar mejor; y me refiero en específico a las que van en contra del cliente, incluso le estorban para comprar, le molestan y lo hacen retirarse a hablar mal de nuestros negocios. Y esto claramente hace que los clientes vivan una MALA EXPERIENCIA EN LOS NEGOCIOS, y lo que es peor, que se quejen públicamente, te malrecomienden y nunca vuelvan. ¡Adiós ventas! ¡Adiós prestigio! ¡Adiós buena imagen!

¿Cómo es esto posible?

Hay algo que es determinante para poder evitar que esto suceda a toda costa. Y esto es: LA CULTURA DE CLIENTE. Muchos dicen, aunque con poca convicción que la frase EL CLIENTE SIEMPRE TIENE LA RAZÓN, es verdad. Pero cuando preguntamos si de verdad creen que esto es real, la gente vuelve a dudar.

Un día, en una sesión con un grupo de capacitación lancé esta pregunta (como suelo hacerlo para sacar las ideas de la gente) ¿DE VERDAD EL CLIENTE SIEMPRE TIENE LA RAZÓN? ¿O A VECES? (Por cierto, ¿Tú que opinas? Comparte un comentario al final. Pues en el taller, algunos de los participantes decían EL CLIENTE NO TIENE LA RAZON PERO HAY QUE HACER CREERLE QUE SI. ¿Se imaginan? Casi me da algo cuando escuché eso durante la dinámica. Y después trabajamos en los argumentos que sirven para mejorar la cultura empresarial y poder mejorar esta percepción, por convicción, no solo porque yo lo diga o porque el jefe de la empresa obligue a ese paradigma (Aunque es cierto, a veces los dueños tampoco lo creen).

¿Cómo podemos llevar entonces estas premisas que nos garantizan el éxito, a todos como empresa, para DE VERDAD CUMPLIRLE AL CLIENTE, con todo lo que sea posible para servirle, incluso si de primera mano no está en nuestras manos, o si nunca antes lo habríamos hecho en nuestra empresa? Trabajando en la cultura empresarial, en la CULTURA DE CLIENTE, y en el análisis de una BUENA EXPERIENCIA, de la mano de un buen servicio, de la solución de sus problemas y de un buen seguimiento podemos lograrlo.

En otro artículo te compartiré un poco mas acerca de CÓMO LLEVAR LA CULTURA DE CLIENTE a tu empresa… y a tu vida.